Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son trastornos mentales complejos y tratables que, debido a la insatisfacción de la imagen corporal y la búsqueda de una figura delgada, aparecen alteraciones en la alimentación y en el comportamiento, como la restricción alimentaria, la excesiva ingesta de alimentos, la inducción del vómito, el uso de laxantes -diuréticos o medicamentos para bajar de peso- y/o ejercicio excesivo, por mencionar algunos; conductas que tienen consecuencias graves en la salud física y mental. Puedes saber más acerca de estas conductas y cómo identificarlas en https://www.neandi.com/post/conductas-alimentarias-de-riesgo-en-los-hijos
No tienen una causa específica, sino que surgen de una combinación de factores biológicos, sociales y psicológicos, así que, en caso que alguno de estos síntomas o alteraciones te parezca familiar, no dudes en buscar a un especialista en Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), ya que en cada persona se presenta de manera distinta, dependiendo del tipo de TCA (anorexia nerviosa*, bulimia nerviosa*, trastorno por atracón*) y con qué otros padecimientos (depresión, ansiedad, trastorno de la personalidad etc.) pueda estarse presentando. Te invitamos a leer estos artículos para abordarlo de la mejor manera para todos https://www.neandi.com/post/como-ayudar-a-alguien-con-un-trastorno-de-la-conducta-alimentaria-tca https://www.neandi.com/post/ayuda-trastornos-de-la-conducta-alimentaria
Hablando de cifras, los trastornos de la conducta alimentaria están en incremento de manera anual, se estima que son alrededor de 70 millones a nivel internacional (National Eating Disorders Association, 2016). Sin embargo, hay personas que son más vulnerables a desarrollarlos, como en el caso de adolescentes o adultos jóvenes, debido a cuestiones endocrinas o por estar en una etapa de cambio y desarrollo que puede implicar sentimientos de inadecuación, ansiedad o malestar. Es importante reconocer esta vulnerabilidad (https://www.neandi.com/post/personas-propensas-a-tener-tca) sin olvidar que cualquier persona puede padecer un TCA, sin importar su edad, género, nivel socioeconómico, estilo de vida, religión, etc.
Actualmente, existen tratamientos eficaces, con una tasa de recuperación completa en alrededor del 50-60% de los casos. La efectividad de este y el buen pronóstico del paciente se basa en un diagnóstico temprano y en un tratamiento multidisciplinario, es decir, con psicoterapeutas, nutriólogos, psiquiatras y otros médicos, todos especializados en trastornos de la conducta alimentaria. Sin duda, es un camino largo, pero es posible y vale la pena descubrir que existe vida más allá y después de un trastorno de la conducta alimentaria: una vida libre y plena.
Elaborado por: Laia Ballesté Díaz.
Estudiante de psicología en la Universidad Anáhuac Puebla, con interés en psicología clínica en adolescentes y adultos. Realizó un diplomado en terapias de tercera generación en el Instituto Raimon Gaja, Barcelona. Apasionada por trabajar con trastornos de la conducta alimentaria (TCA) para desafiar creencias tóxicas sobre los cuerpos ideales y promover la diversidad corporal.
Artículo realizado en Colaboración con Alimentando Emociones A.C.
Referencias bibliográficas:
Foto de Mikhail Nilov
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