¿Te imaginas comiendo 72 hot dogs en 10 minutos? ¿Con qué velocidad tendrías que hacerlo? ¿Cómo crees que te sentirías después de lograrlo? Aunque no lo creas, un hombre llamado Joey Chestnut rompió ese record durante un concurso de comida. Sin duda alguna, él comió una cantidad superior de hot dogs de lo que cualquiera de nosotros podría ingerir en el mismo periodo de tiempo. Probablemente, ya estaba satisfecho con las primeras 10 unidades, pero aun así siguió comiendo con tal de ganar el concurso.
Lo que te menciono puede parecer muy impresionante, pero ¿qué pasaría si te dijera que en la vida cotidiana sucede a menudo? Y no me refiero al record que logró, sino a ese periodo de tiempo en el que comió más de lo que la mayoría de las personas podrían comer, teniendo una sensación de que no podía parar, aunque ya se estuviera satisfecho. ¿Te ha pasado alguna vez? ¿Has tenido momentos en los que has comido en exceso, sintiendo que no puedes dejar de hacerlo?
Si respondiste que sí, entonces sabes lo que es un atracón de comida. Ahora bien, cuando estos atracones se realizan de forma frecuente (por lo menos una vez a la semana, durante tres meses), entonces se podría estar tratando de un desorden alimentario llamado trastorno por atracón.
Las personas que lo viven, suelen recurrir a la comida para liberarse de emociones desagradables como ansiedad, tristeza o enojo. Paradójicamente, después del atracón sienten un malestar intenso que se traduce en disgusto consigo mismas, vergüenza y tristeza. Es por esto que, llegan a sentir gran insatisfacción con su imagen corporal que impacta directamente en su autoestima.
Por lo mencionado anteriormente, algunas personas con este trastorno recurren a comer solas debido a la vergüenza que sienten por la cantidad de alimentos que ingieren. Otras recurren a comer de forma mucho más rápida de lo normal hasta sentirse desagradablemente llenas. Esto ocurre incluso cuando no sienten hambre física; pues más bien se trata de una respuesta emocional.
Ahora bien, ¿quiénes pueden ser vulnerables a este trastorno? Curiosamente, personas que han estado bajo dietas muy estrictas y rigurosas; pues, después del control que ejercen sobre sí mismas, llegan a tener periodos de descontrol al comer. De igual forma, es común observarlo en personas con sobrepeso u obesidad, aunque no significa que se trate de una regla; en otras palabras, no todos los que tienen sobrepeso u obesidad presentan un trastorno por atracón y viceversa.
En resumen, el trastorno por atracón se caracteriza por la presencia de episodios recurrentes de atracones, los cuales se emplean como formas de evitar sensaciones desagradables. Después de estos episodios, la persona se siente con malestar por lo ocurrido y llega a tener fuertes remordimientos que afectan a su autoconcepto. A diferencia de la bulimia, no se recurre a comportamientos que busquen compensar inapropiadamente lo que se ingirió. Por tanto, es común que se observen cambios en el peso. ¿Reconoces estos síntomas en alguien a tu alrededor? ¿Cómo te encuentras tú al respecto? ¡Recuerda que hoy puedes buscar ayuda!
María Linares
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