El proceso de recuperación de un trastorno alimentario puede llegar a contener pensamientos, situaciones o experiencias que generen sentimientos de inseguridad, culpa y/o vergüenza. Esto puede hacerse presente cuando empieces a retomar actividades que ya no hacías, por ejemplo salir con tus amigos, o debido al progreso que lleves en tu tratamiento.
Pero esos sentimientos pueden trabajarse a través de ejercicios, técnicas o estrategias, aquí algunas de ellas:
Evita la autocrítica excesiva, por ejemplo, decirte que no vales, que no puedes, o algo negativo, es bueno que te digas a ti misma (o) algo agradable y recuerdes tu fortaleza, puedes hacerlo con cada pensamiento negativo que surja.
Las comparaciones no ayudan en estos momentos en donde no te sientes seguro, así que trata de evitarlas, recuerda que cada persona lleva su proceso y por tanto este es único, sé paciente contigo.
No pienses de manera catastrófica, conecta con el sentimiento de logro por todo lo que has alcanzado, no hay logros pequeños, cada uno es un avance para tu recuperación.
Empezar a trabajar en estos puntos, ayudará a mejorar y gestionar tus emociones, esto dará fuerza a los cambios que quieras llevar a cabo contigo, con tu tratamiento. Es importante que si llegas a sentirte así se lo menciones a las personas que te están acompañando en tu tratamiento, para que ellos puedan ver la manera de ayudarte y apoyarte.
¡No estás sola (o)! Estamos contigo.

Foto de Karolina Grabowska en Pexels
コメント