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El problema de los filtros


Foto de George Milton


En la era de las redes sociales, el poder de elegir a quién seguimos y qué contenidos consumimos parece ser una ventaja indiscutible. Sin embargo, ¿por qué aún así nuestra salud mental se ve afectada? Investigaciones como la realizada en el Reino Unido, que demostró que apenas 10 minutos en Facebook pueden generar un estado de ánimo negativo y aumentar el deseo de cambiar aspectos físicos, nos hacen cuestionar ¿qué estamos haciendo mal?


Como seres sociales, es natural que nos comparemos con los demás. Nuestra auto imagen se construye a partir de la interacción con nuestro entorno, y en la era digital, las redes sociales desempeñan un papel crucial en este proceso. Sin embargo, pasar demasiado tiempo en estas plataformas puede llevarnos a compararnos constantemente con los demás, lo que puede generar ansiedad e insatisfacción con nosotros mismos.


A esto se suma el problema de los filtros. Muchas personas no pueden resistirse a retocar sus fotos antes de publicarlas, utilizando filtros para ocultar imperfecciones y alterar su apariencia. Aunque es común en la publicidad reconocer que las imágenes han sido retocadas, en las redes sociales se presenta una imagen de naturalidad que no siempre es realista.


Ya sea en TikTok, Instagram, YouTube o Facebook, cada plataforma tiene sus propios trucos para alterar nuestra apariencia, bajo la premisa de mostrar nuestra "mejor versión" o parecer más "profesionales". Pero, ¿acaso en la vida real no podemos mostrar nuestra autenticidad y profesionalismo sin necesidad de filtros?


El problema va más allá de la percepción que los demás tienen de nosotros. El uso excesivo de filtros puede llevarte a sentirte insatisfecho con tu apariencia real, creando una brecha entre tu imagen idealizada y la verdadera.


La Dra. Renee Engeln refiere en su libro Enfermas de Belleza que, “Cuanto más ves una imagen de ti misma que en realidad no existe, más ajena te parecerá la mujer del espejo y menos satisfecha estarás con ella, porque ahora no estamos comparándonos con las modelos o con nuestras amigas. Empezamos a compararnos de una forma especialmente devastadora: nuestro yo real contra nuestro yo inventado”. Esto puede tener consecuencias graves, como una mayor interiorización de ideales de belleza excluyentes, una búsqueda constante de validación externa a través de likes y reacciones, y niveles más altos de trastornos alimenticios y depresión.


Entonces, ¿cuál es la solución? Es crucial recordar que nuestra imagen en las redes sociales es solo una faceta de nuestra vida, y no define nuestra identidad. En lugar de sucumbir a la presión de seguir un estándar de belleza irreal, debemos enfocarnos en mostrar nuestra autenticidad y expresarnos libremente, las modas estéticas van y vienen, pero nuestra esencia y nuestra identidad permanecen constantes.


¿Qué podemos hacer al respecto? Reflexionar sobre nuestras motivaciones al publicar una foto, moderar el uso de filtros y retoques, y cultivar el amor propio, la aceptación y la autenticidad en nuestras interacciones en línea son pasos importantes hacia una relación más saludable con nuestro cuerpo y nuestra imagen en las redes sociales.


Así que la próxima vez que tomes una selfie, pregúntate cuál es el propósito detrás de esa imagen. ¿Estás tratando de impresionar a los demás o simplemente capturando un momento especial? Recuerda que tu valía no está determinada por la cantidad de likes que recibas en una foto.


Es hora de desenmascarar el problema de los filtros y adoptar una actitud de amor propio y autenticidad en nuestras interacciones en redes sociales. ¿Qué te gustaría hacer al respecto? La decisión está en tus manos.


La conclusión es fácil, si tenemos que hacer una foto, transmitamos algo sobre quienes somos y lo que es importante para nosotros. Las fotos no tienen que ser una competencia más en la batalla para ser la más atractiva o un intento más de imitar a las modelos de moda. 


Elaborado por: Lic. Gabriela Abigail Águila Flores. Coach de Imagen con enfoque en aceptación corporal, Training en Psicología aplicada a la Imagen Personal y formación en Trastornos de la Conducta Alimentaria por la IAEDP y Universidad Anahuac, Campus Puebla.


Referencias bibliográficas:

Fardouly, J., Diedrichs, P. C., Vartanian, L. R., & Halliwell, E. (2015). Social comparisons on social media: The impact of Facebook on young women's body image concerns and mood. Body Image, 13, 38-45. DOI: 10.1016/j.bodyim.2014.12.002

Engeln, R. (2017). Enfermas de Belleza. Harper Collins Publishers.

Rees, A. (2019). Más allá de la Belleza (1st ed.). Penguin Random House Grupo Editorial.


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