top of page

Aunque tropiece, elegiré seguir adelante: una carta para recordar mi valor

Para quien sienta que el mundo puede ser demasiado de vez en cuando:


A veces lo único que deseamos es ser reconocidos por nuestro esfuerzo, saber que lo que estamos haciendo tiene un propósito y no una obligación. Vivimos atrapados en un ciclo que parece no acabar: levántate, desayuna, trabaja, come y llega a casa a dormir sin verdaderamente descansar. Perdimos el brillo en nuestras vidas, olvidando lo que alguna vez nos daba motivo, creyendo que una rutina sería la estabilidad que necesitaríamos. Sin darnos cuenta, dejamos de sentir y prestar atención a las cosas que verdaderamente importan, atrapados en un pensamiento de fracaso y temor a decepcionar a los demás. Dejamos de vivir por solo cumplir, esperando a que alguien nos viera antes de perdernos en un mundo de tristeza e insuficiencia. ¿En qué momento dejamos de ver la vida como una aventura y la volvemos una manera de sobrevivir?


Renunciamos a la posibilidad de cumplir nuestros deseos y descuidamos nuestras necesidades para demostrar perfección y aparentar “estar bien”. Pensamos que estar agotados es la única manera de merecer nuestro trabajo y el descansar solo nos hará un fracaso. Comenzamos a dudar de nuestra propia capacidad, al repetir frases en nuestra cabeza como: ¿Estaré haciendo lo correcto? ¿Por qué los demás avanzan y yo no? ¿Y si me equivoco y todo sale mal? Creemos que la única manera de ser suficientes es cumpliendo con las expectativas de la sociedad, pero ¿y si por un segundo dejamos de pensar con la cabeza y decidimos escuchar a nuestro corazón?


Estamos tan acostumbrados a seguir los pasos de los demás, temiendo que cuando encontremos nuestro propio camino no sepamos cómo actuar ni qué decir; dejamos que la presión social nos consuma y buscamos la validación pensando que solo así nos sentiremos suficientes, pero ¿por qué debería ser así? Hay que empezar a apreciar nuestro valor porque jamás seremos igual a los demás; no seremos perfectos porque somos humanos y cometemos errores, pero sí seremos nuestra propia persona, con sentimientos e ideas.


Dejemos de compararnos con los demás porque jamás podremos convertirnos en una persona que no estamos destinados a ser. Siempre habrá una persona mejor que tú, pero eso no quiere decir que lo que hagas no sea importante; deja atrás el miedo de fracasar y empieza a confiar en ti y tus habilidades. Date la oportunidad de conocer la magnífica persona que eres y lo mucho que puedes llegar a ser, valorando cada esfuerzo que haces. Solo tú puedes recordarte del valor que tienes, así que confía en que tus errores no definen tu proceso, ni mucho menos la capacidad que tienes.


Todos tenemos nuestro propio momento para crecer, con distintas prioridades y diversas necesidades. Cada uno tiene su proceso y forma de alcanzar sus metas; no porque la persona de al lado lo tenga todo resuelto significa que tú estés atrasado, simplemente estás avanzando a tu propio paso. La vida no se trata de ver quién acaba primero, sino de disfrutar el proceso y tener paciencia para completar nuestros objetivos. Enfócate en recuperar tu sentido de vida, buscando felicidad en lo que te produce alegría y validando lo que haces todos los días. Ponte como prioridad porque todavía hay mucho que disfrutar y experimentar, recordando que el trabajo que haces tendrá un impacto, no solo en los demás, sino especialmente en ti.  


Todo lo que requiere de un esfuerzo no es fácil, así que, no te estreses si al inicio te cuesta trabajo aceptar tu valor, actuando ante los pensamientos que te solían destruir.  Reconoce que el hacer comparaciones constantes y autoexigirnos de forma extrema no es un comportamiento sano, pero sí hay forma de corregirlo. No busques ser como los demás, sal de tu zona de confort y sé tu propia persona, con seguridad y sin temor a escuchar lo que los demás tengan que decir. Todo empieza desde ti, buscando tranquilidad y dándole importancia a lo que mereces.  


Deja de escuchar las expectativas que los demás tienen para ti, porque te quedarás atrapado en un sentimiento de insuficiencia. Destaca entre todas las personas, demostrando el amor y valor que tienes sobre ti mismo. Haz las cosas sin esperar un cumplido o aprobación, pero sí porque es lo que tú quieres; el que seas feliz y logres no depender de las personas para sentirte reconocida es el primer paso para aceptar tu valor.


Recuerda que nadie es perfecto y todos cometemos errores; no te sientas mal si algo que planeaste no salió como esperabas. Aceptar que en cada situación puedes aprender algo te ayudará a estar orgulloso sobre todo lo que haces. Valora tu trabajo diario y, aunque sea el menor o mayor paso, hazlo suficiente para ti. Estás aquí para equivocarte, aprender y vivir; no para comparar tu desarrollo con el de alguien más.


Espero que sigas cuidando de ti y que puedas llegar a reconocer el valor que tienes. Todos somos personas únicas, diferentes en cada forma y especiales en cada manera. Te deseo lo mejor y nunca dudes de tus capacidades.


Elaborado por: Jessica Toulet Lang.

Estudiante de 2do de prepa;

futura neuropsicóloga. Apasionada del cerebro y los comportamientos humanos.


Foto de mauro savoca
Foto de mauro savoca

Comentarios


2025 Centro de Especialidades Psicológicas NEANDI

Av. Insurgentes Sur 619, Nápoles, CDMX

Tel: (55)2729-6902

bottom of page