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Foto del escritorCentro Neandi

La mejor medicina, el alimento

Esta vez me gustaría abordar un parte clave dentro del proceso de recuperación de los pacientes con TCA y qué, aunque se dice sencillo, es todo un reto. Comer, es una de las piezas medulares en la recuperación de los pacientes y a la vez una de las más retadoras.


Los trastornos de la conducta alimentaria se presentan con diferentes sintomatologías, lo que lo hace mucho más complejo. Algunos pacientes presentan pérdida de la menstruación como resultado de la desnutrición (ojo, puede haber desnutrición tanto en personas delgadas como en cuerpos grandes), pero hay quienes no la pierden a pesar de estarlo y también hay quienes detienen su crecimiento. Esto sólo por mencionar un ejemplo. Por esta razón, es de suma importancia tener un equipo multidisciplinario que realmente conozca cómo abordar estos padecimientos desde las diferentes disciplinas y, el especialista en nutrición no es la excepción (no pérdida de peso, ni reglas estrictas y restrictivas).


Un cerebro desnutrido tiene alteraciones funcionales y estructurales que desencadenan irritabilidad, estar a la defensiva, hipervigilancia, hipersensibilidad, depresión, ansiedad, miedo y pánico sólo por mencionar algunas de sus implicaciones.


Por lo anterior, es fundamental que los pacientes vuelvan a comer y la familia juega un rol fundamental en este proceso. Adoptar estrategias que les ayuden a vencer todo lo que se detona a la hora de la comida será necesario, pues no sólo se trata de mejorar la nutrición del individuo, sino de impactar de manera positiva en el funcionamiento del cuerpo, incluyendo el cerebro, para que se puedan dar de manera adecuada los procesos superiores como memoria, razonamiento, atención, etc y así tener un mejor aprovechamiento de las sesiones terapéuticas y lograr la completa recuperación.


Es una realidad que la hora de la comida se vuelve un reto, no sólo para tu hija/hijo al ver nuevamente comida en su plato (porciones y/o alimentos distintos) y tener que comérsela, sino también para la familia por la planificación y supervisión, e incluso, porque también están muy involucrados en dietas restrictivas. Suelen hablar de comida y/o el cuerpo de los demás, y serán ajustes que se deban hacer por la recuperación del paciente.


Recuerda, la meta de la recuperación no sólo es lograr que el paciente suba de peso, sino que pueda tener una buena relación con la comida, su cuerpo, el ejercicio y evitar las recaídas en un futuro.


Elaborado por Tania Rodríguez



Foto de Alexy Almond

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