Lo primero que debes hacer es entender que los Trastornos de la Conducta Alimentaria son enfermedades que generan mucha vergüenza, miedo, falta de control y, por lo tanto, quién lo padece hará lo posible para mantenerlo en secreto. Si crees que tu hija(o) tiene algún problema, seguramente tendrás que insistir, trabajar en la confianza y en la comunicación, pues una respuesta común de inicio será negarlo, acusarte de exagerada y/o enojare. Sobre todo, si la comunicación entre los padres y la (el) adolescente es poca. ¡Aprovecha! Nunca es tarde para mejorar la comunicación con nuestros adolescentes.
Sólo imaginar que tu hija(o) esté pasando por un problema de este tipo, genera mucha preocupación y lo primero que querrás hacer es regañarla(o), darle un sermón, culpar, explicarle de temas de alimentación, etc. ¡DETENTE! No pierdas la calma, es importante que te mantengas sin juicio, que estés abierta a escuchar, a estar cerca de manera incondicional y mostrar interés por lo que está pasando y por sus emociones, para el momento que quiera abrirlo.
Puedes expresar tu preocupación con frases como:
“He observado que…”
“Estoy preocupada porque…”
“Me gustaría saber cómo te sientes …”
“Quiero que sepas que aquí estoy para ayudarte…”
Recuerda que no son problemas para llamar la atención, sino trastornos mentales que requieren de ayuda de un equipo multidisciplinario. Por tal motivo, entre antes se diagnostique, mejor será el pronóstico de recuperación. Tomar acción en las primeras manifestaciones es crucial, así que deberás estar atento a:
- Perdía de peso repentina o falta de aumento (si está en etapa de crecimiento)
- De pronto se interesa demasiado en la cocina saludable
- Empieza a restringir ciertos grupos de alimentos
- Se salta momentos de comidas
- Cuando hay reuniones pone excusas para no comer enfrente de otras personas como familiares o amigos
- Deja de ir a eventos por sus rutinas del gimnasio
- Uso de productos para la pérdida de peso
- Demasiada preocupación por la imagen corporal
- Pérdida de la menstruación
- Mal humor
- Depresión
- Aislamiento social
Y lo más importante será, que te acerques con un especialista en el tema. En muchos casos el primer contacto que se tiene es con el médico de confianza, pero recuerda que no todos los médicos son expertos en Trastornos de la Conducta Alimentaria, así que, si el médico te dice que todo está bien, pero sientes que hay algo que no te deja tranquila. Sigue tus instintos y pide una segunda opinión.
Elaborado por Tania Hidalgo

Foto de Gustavo Fring
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