Imagina que estuvieras casada; ¿cómo te gustaría que fuera tu esposo? Seguramente querrías a alguien caballeroso, trabajador, generoso, confiable, etc. ¿Qué pasaría si te digo que tu esposo no es así? Que más bien elegiste a un hombre abusivo que busca controlarte y manipularte para que hagas y seas como él quiere. ¿Cómo te sentirías en esa situación? Mejor dicho, ¿cómo te sientes ahora con tan solo imaginarte la posibilidad de estar en esa situación?
Probablemente, no te causó mucha gracia visualizarte en tal escenario. Creo que nadie sueña con casarse con un hombre maltratador; sin embargo, existen muchas mujeres que se mantienen en matrimonios abusivos. Sin olvidar que lo mismo puede suceder con hombres casados con mujeres muy controladoras. Realmente es muy común que existan matrimonios así en nuestro país; pero lo más alarmante es que, en la mayoría de los casos, estas parejas se mantienen a pesar del daño que se causan mutuamente.
Tal vez, para los que vemos estas situaciones de fuera se nos hace incomprensible que estas parejas se mantengan a pesar de los continuos maltratos. Pero, ¿qué pasaría si te dijera que las situaciones de abuso, no solamente ocurren entre esposos? Que también es común que personas se vean envueltas en ciclos abusivos hacia sí mismas; en los que, a pesar de que se están autodestruyendo, no se sienten capaces de dejar de hacerlo. Entonces se trataría de una cuestión importante de estar alerta.
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En realidad, esto sucede con frecuencia en personas con trastornos de conducta alimentaria. En ellas, se observa un “esposo abusivo interno” que se encuentra en la mente, el cual es hipercrítico y controlador. Como un esposo abusivo, primero es seductor y realiza promesas de una vida mejor a través de conseguir el cuerpo perfecto. Les dice que ya no vivirán en estrés, enojo o tristeza, pues les brindará algo en lo cual puedan distraerse. Después será controlador y manipulador para que no se pierdan del objetivo de llegar a ser delgadas, haciendo que se alejen de las metas y sueños que tenían. De esta forma las va aislando de los demás, haciéndoles creer que no son nadie sin su cuerpo y que los demás no se interesan tanto por ellas como él. Así es como se va formando un ciclo de abuso, del cual es muy difícil escapar. Al igual que una mujer casada, reciben también beneficios de su mente abusiva, los cuales hacen que se mantengan en un ciclo destructivo para ellas mismas.
Ante esta situación, me gustaría que reflexionaras sobre tu propio estado mental. ¿Te has sentido atrapada por pensamientos que te llevan a evitar o buscar controlar tu forma de comer? ¿Has pensado que tener un cuerpo perfecto te brindará felicidad y te alejará de las emociones desagradables? ¿Has sentido que te aíslas en la búsqueda del cuerpo perfecto? ¿Identificas un “esposo abusivo” en tu interior? Si respondiste que sí a la mayoría de estas preguntas, recuerda que aún es tiempo para buscar ayuda y romper con relaciones destructivas, basta con dar el primer paso.
María Linares
Referencia Bibliográfica:
Atrachan, E., Maslar, M. (2009). The Dialectical Behavior Therapy Skills Workbook. United States: FSC.
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