Quizás nunca has escuchado el concepto como tal, pero estamos seguras que conoces a alguien que ha tenido o tiene este tipo de conductas, incluso, podrías ser tú.
Las conductas alimentarias de riesgo, también conocidas como CAR por sus siglas, se refiere a conductas que son similares a las conductas que se presentan en los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), pero que, al darse con menor frecuencia e intensidad, no pueden ser diagnosticadas como tal. Aun así, es importante que sepas que estas conductas, además de estar asociadas con la aparición posterior de trastornos de la conducta alimentaria, que son un problema de salud mental, también se relacionan con otros problemas como la depresión, la ideación suicida y el consumo de sustancias (Villalobos, 2022). Pero, ¿a qué conductas nos referimos? Preocupación por engordar, atracones, uso de distintos métodos purgativos como vómito, uso de laxantes o ejercicio excesivo y dietas restrictivas con el objetivo de bajar de peso.
Hablando de cifras y, por lo tanto, su importancia, hoy se sabe que las CAR tienen mayor prevalencia en los adolescentes que los TCA´s. Además, aunque se ha visto que estas conductas alimentarias de riesgo han aumentado en hombres, estudios muestran que las mujeres siguen siendo el grupo con mayor prevalencia (Ramírez, 2022).
Elaborado por Tania Rodríguez
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