¿Alguna vez has escuchado el concepto de métodos compensatorios? Este concepto se refiere a cualquier conducta que tiene como objetivo contrarrestar el efecto negativo de otra conducta que consideramos como no saludable.
¿Pero realmente a qué conductas nos referimos? Para muchas personas, saltarse una comida después de haber ingerido algún alimento que consideran prohibido, o una porción mayor a lo que “debería” es una práctica común. De la misma manera, hay quienes compensan haciendo ejercicio mucho más intenso o haciendo ayuno intermitente. Otras, prefieren inducir el vómito y hay quienes terminan tomando alguna pastilla para quemar o eliminar el exceso. Todas estas son conductas o métodos compensatorios.
El problema de estas conductas es que los motivadores y la culpa nos hacen creer que hacerlo nos ayudará ser más saludable, sin embargo, esto no es así y es importante conocer algunos de sus riesgos:
Son prácticas que están muy normalizadas, además, en muchas ocasiones esté tipo de conductas son promovidas por otras personas como saludables, lo que hace que sea muy complicado identificar cuando hay que pedir ayuda porque ya son un problema.
Son conductas que, aunque al principio se presentan de manera espaciada, suelen ir incrementando su frecuencia e intensidad en algunas personas.
Nos alejan de tener una buena relación con nuestro cuerpo, la comida y el ejercicio, aunque se piense lo contrario.
Suelen ser conductas que lejos de acercarnos a una vida saludable, nos alejan.
Pueden ser la antesala al desarrollo de un trastorno de la conducta alimentaria.
Por lo anterior, reconocer que todas estas conductas, aunque actualmente se viven como saludables en la sociedad (y por lo tanto son fomentadas), en realidad no lo son. Nos permitiría tener mayor consciencia de lo que implica la salud de manera integral, donde una buena relación con nuestro cuerpo, la comida y el ejercicio están presentes y son necesarias. También, permitiría hacer diagnósticos mucho más oportunos y se podría identificar a muchas más personas que viven un TCA y no lo saben.
Elaborado por Tania Rodríguez
Comments