Alguna vez has tenido ideas como: ¿Será posible que me sienta mejor? ¿Mi vida puede mejorar? ¿Será que así soy y no puedo cambiar?
Los pensamientos, las emociones y conductas están íntimamente interconectados, por ende, no podemos darnos cuenta y estar conscientes de lo que pasa por nuestra mente, sino que simplemente solo percibimos las emociones. ¿A qué nos referimos con esto?.
Es fácil identificar cuando te sientes triste, enojado/a, feliz o preocupado/a sin embargo difícilmente se puede estar consciente de que estas emociones son producidas por los pensamientos.
Por ejemplo:
Lidia es una mujer recién casada y espera que su esposo llegue a casa, generalmente él llega a las 8:30 pm. Pero hoy algo cambió y son 9:30pm y aún no llega. Lidia piensa que posiblemente se pudo ir con sus amigos y que no le aviso, siendo un desconsiderado, o incluso puede pensar que la puede estar engañando con otra mujer.
Al reflexionar acerca de esta situación ¿Cómo te imaginas que Lidia se esté sintiendo? Posiblemente esta enojada, triste y hasta preocupada, al grado que su respuesta en el momento que llegue su esposo lo reciba con gritos, insultos y reproches.
Es importante hacer hincapié en que se puede reaccionar de manera diferente con respecto a los pensamientos que puedan generarse, y que muchas veces estos pueden alimentar las emociones sin tener evidencias claras de que los pensamientos fueran reales.
El pensamiento de manera general es un dialogo con nosotros mismos donde se pueden realizar afirmaciones de acuerdo con determinadas situaciones, dándoles un significado para poder comprenderlas en mayor medida.
Pero, ¿Cómo puedo identificar mis propios sentimientos?
Existe una herramienta bastante útil para identificar los propios pensamientos es el autorregistro, ya que de esta forma puedes darte cuenta de lo que pasa en tu mente y así modificarlos posteriormente, pero ¿Cómo se realiza?
Primero anotar la situación y preguntarte ¿Con quién estabas? ¿Qué estabas haciendo? ¿Cuándo fue? ¿Dónde estabas?
Después describe que emociones sentiste puedes hacerlo a través de una palabra y para ser más específico anota la intensidad de la emoción en una escala del 0 al 10
Por último, identifica ¿Qué fue lo que hiciste cuando ocurrió esta situación?
Esto lo puedes trabajar con situaciones particulares que se te hayan presentado recientemente y/o en el pasado, a pesar de ser seres racionales en diversas ocasiones no podemos percatarnos de nuestros propios pensamientos, ser conscientes de ellos ayudará a tener un mayor conocimiento/ control sobre nuestros sentimientos y formas de actuar.
Los pensamientos automáticos generalmente son evaluativos, rápidos y breves, ya que no suelen derivarse de un razonamiento, si no justamente salen automáticamente. Además fluyen constantemente por lo que en gran parte del tiempo no se es consciente de ello. ¿De dónde surgen? Bueno, esos aparecen por las creencias que se aprenden y se componen de varios factores como la familia, los amigos, experiencias propias, contexto, cultura, factores genéticos, etc.
¿Qué piensas acerca de esto? Si te gustó y lo pones en práctica, cuéntanos ¿Qué te pareció y qué descubriste?

Photo by Darina Belonogova
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